domingo, enero 22, 2006

Vida

Una historia real. Un joven, casi un adolescente, con una enfermedad que le llevará pronto. Aún en la certeza de su cruel destino vive con toda la intensidad que es capaz. Estudia medicina con el último hilo de fuerza que le queda. Podeís ver su breve pero gran historia en el blog de mi amiga Helyanwe, Mujeres Eternas. Para el mi admiración y mis torpes versos:

Rosal marchitado antes de dar su flor.
Verso abandonado antes de ser voz.
Mi rabia, mi incomprensión
al viento lanza una pregunta: ¿Porqué?

¿Porqué tu hermosa vida truncada
y, en cambio, tanta longevidad anodina?
¿Que dios puso tan valioso contenido
en recipiente tan futil?
¿Y porqué andas por un callejón sin salida?
¿Porqué libras una batalla perdida?

Luego viene la calma, me abandona mi ira,
y tu lección ocupa su plaza vacía:

No pierdes la batalla, ganas la guerra,
la guerra de la vida.
Porque la vida es vida hasta que acaba,
y hasta el final hay que vivirla.

Ni tozudez ni desesperación es tu lucha,
sino valor y serena sabiduria.
Tu flor aún no abierta
en mi posa su semilla.

Tu ejemplo grabado al rojo en mi alma queda.

sábado, enero 14, 2006

El Delirio de una Noche de Verano

Una discoteca, luces de colores y sin ,embargo oscuridad. Gente de ambigua sexualidad, algunos también de ambiguo género. Un grupo de conocidos, casi desconocidos, bailando al compás de una absurda música. Mi chica desapareció hace un buen rato entre la multitud camino de los servicios. Caigo en unas especie de sueño en vigilia, un ensimismamiento del que me saca ella: “Me ha besado una china en los servicios, yo no quería, me ha empujado contra la pared.” ¿¿¿??? ¿Comorrr? Despertar brutal seguido de un indefinido temor. No da tiempo a mas, ella ha desaparecido de nuevo por un momento y regresa con la oriental del la mano, y además esta buena la hijaputa. “Esta es Li”, se me acerca y me da un beso (eso si, en la mejilla), y deja su mano apoyada sobre mi hombro. ¿Pero esta tía que coño quiere? Todo me da vueltas, necesito tocar tierra; retrocedo y la encuentro en la mano de mi chica, Li desaparece sustituyéndola la tranquilidad de mi corazón. Salimos a la calle, su sonrisa, el brillo de su mirada me dice que todo esta bien. Solo fue el delirio de una noche de verano.

martes, enero 10, 2006

Rosa


Esta noche hace un año que se apagó una luz en mi vida. Tal noche como esta hace un año recibí la llamada del centro de cuidados paliativos en la que mi hermana mayor estaba ingresada desde tres meses atrás. En mi casa ya sabíamos que al llegar ya habría traspasado este plano de existencia. Era una muerte anunciada con precisión de relojero suizo siete meses antes por el cirujano que la atendió, tenía una bomba de relojería en la cabeza en forma de tumor. Fueron los siete meses mas duros y amargos de toda mi vida.

Mi hermana ha sido una de las personas que mas he querido nunca; es difícil determinar las posiciones en el hit parade de los afectos, pero sin lugar a dudas ha sido la que mas me ha influido, la fuerza mas determinante en lo que ahora soy yo, por lo menos en mi mejor parte: mis convicciones, mi espíritu de lucha, mi creatividad...

En aquellos días en mi mente se repetían los versos del poeta Miguel Hernández:

No perdono a la muerte enamorada
No perdono a la vida desatenta
No perdono a la tierra ni a la nada

Ahora, tras doce meses, empiezo a perdonar, a asumir el mundo, la vida misma, con todas sus aparentes imperfecciones, injusticias. Al fin y al cabo, ¿como nosotros, los humanos, tan solo un mono desnudo, como nos llamo no recuerdo quién, osamos querer comprender en nuestra soberbia las últimas razones, las últimas causas de la existencia misma?

Así que, Rosa, allá donde te encuentres. Gracias por tu amor, gracias por todo lo que me enseñaste, y que seas feliz.

viernes, enero 06, 2006

La Bestia


Sabía de su existencia, a veces he creído reconocer su sombra, pero hoy la he visto, con sus ojos inyectados en sangre. La Bestia, un ser terrible, sanguinario, sádico y malvado, capaz de las acciones mas bajas y repugnantes. Se alimenta de mis temores, inseguridades, frustraciones, fracasos y sobre todo de mi ira. Aunque, como ya he dicho, apenas le veo, me acompaña allí donde voy, por que habita dentro de mi piel, esperando agazapado el momento donde cometer sus actos. Y ningún exorcismo me puede librar de semejante demonio, puesto que soy yo mismo, como un eterno Mr. Hyde, oculto tras la respetable aspecto del Dr. Jekyll. Tan solo a controlar sus impulsos puedo aspirar, pues somos inseparables y su destrucción también sería la mía , lo mismo que una mesa se cae si se le quita alguna de sus patas. Tan solo puedo intentar sublimar su tremenda fuerza en algo bueno. Así quizás viviré libre de su amenaza, de su chantaje.