Ecología, poder y capitalismo.

Nunca he estudiado economía ni creo que lo haga, pero intuyo que el capitalismo nació el día que el comercio paso de cubrir necesidades a crearlas. Para ello se vale de varias herramientas, la principal es el deseo (sexual, status social, estético...), pero a veces usa también las causas mas nobles y cuenta con la colaboración inestimable de su aliado mas querido: el poder.
Esto viene a cuento de una noticia publicada hace pocos días en los periódicos: El Ayuntamiento de Madrid, para reducir el nivel de contaminación en el centro de la capital, a partir de 2008 prohibirá circular por esta zona a vehículos matriculados antes de 1993 (a partir de 2010 la medida se extenderá a los matriculados antes de 1990); eso sí, dará ayudas para la adquisición de coches de baja emisión. A primera vista la noticia es estupenda para la conservación de la calidad del aire de la ciudad; se arguye además que soluciones similares ya se aplican con éxito en alguna capital centroeuropea, pero tras pensar un poco yo no veo las cosas tan claras.
- Se trata de una discriminación hacia las personas de recursos limitados, que se les obliga a endeudarse con la compra de un nuevo vehículo o renunciar a circular por el centro de la cuidad.
- Desconozco que consideran vehículos de baja emisión (no recuerdo si se usa exactamente este término), pero solo se me ocurre que se refiere por una parte a los pequeños coches con potencias similares a una pequeña motocicleta que se pueden conducir sin carnet y que solo son actos para vías urbanas, y por otra a los vehículos llamados “híbridos” que cuentan con dos motores, uno de explosión y otro eléctrico, que trabajan coordinados, de estos coches solo conozco uno que se comercializa España por una conocida marca nipona cuyo precio es bastante alto.
- En cualquier caso se trata de una incitación al consumo cuyo efecto real sobre el nivel de contaminación se me antoja bastante limitado.
Sin embargo, se me ocurre otras medidas mas efectivas:
- Limitación del tráfico rodado (todo, no por la antigüedad ni precio del coche) en el centro de la ciudad.
- Promoción y mejora de los transportes públicos y poner autobuses que se muevan con energías no contaminantes de modo generalizado (no solo unos cuantos de gas natural o eléctricos que se pusieron casi en plan testimonial o propagandístico, pues el grueso del parque de autobuses siguen usando gas-oil).
- Promoción de instalación de placas solares para calefacción, agua caliente y electricidad en viviendas y comunidades de vecinos, así como sustitución de las calderas de carbón por gas natural (que si bien no es una energía renovable si es mucho menos contamínante.)
Así pues, y a riesgo de resultar malpensado, la medida me parece un bonito disfraz ecologista para mantener las ventas del sector automovilístico. El poder una vez mas corre en auxilio del capital. Y esto solo es una ejemplo, para muestra basta un botón.
2 comentarios:
Hola Antonio. Me parece muy acertada tu observación acerca de que el capitalismo nace cuando el comercio pasa a crear necesidades en lugar de cubrirlas.
Esa definición da pie a la única forma de resistencia hoy en día: la renuncia, aunque sea parcial, al deseo. La renuncia total es imposible en una sociedad como la nuestra, pero se puede adoptar una filosofía cercana al budismo y buscar la felicidad más en el desarrollo personal que en las cosas externas, que en su mayoría son necesidades diseñadas para esclavizarnos a ellas.
Así se habla o se define alguién que no se deja manipular, por el gran poder consumista, tu escrito esta lleno de coherencia y riqueza de cosas vividas.
Besos
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